Tercer paso: Vivir.

Siento no haber estado para acompañarte en tu batalla; estaba librando la mía. Pero hemos ganado, ¿no? Lo noto. Un estremecimiento nos recorre las piernas, un temblor como si la tierra estuviera acelerándose, girando en órbitas desconocidas. Da miedo ¿verdad? Pero acaso ¿hay algo maravilloso que no empiece dando miedo? No sé lo que te esperará a ti ahora, pero sea lo que sea que me espere a mí, juro que esta vez no voy a cagarla. No voy a bostezar en mitad de una frase y a esconderla en un cajón. Esta vez no.

Voy a quitarme las viejas mantas de la apatía, la antipatía y la aridez cínica. 
Quiero la vida en toda su estúpida y desagradable crudeza.
{RyJ}